jueves, 10 de marzo de 2011

La peor patología social

A la luz de una tarde soleada en la capital mexicana y al ritmo de una buena banda de swing, me nace el sentimiento para escribir. Esta vez no contaré nada personal, pero los recientes hechos en mi vida me han llevado a toparme de frente con 2 problemas que sin duda me dejan pensando y a mi parecer nos concierne a todos. Hablo más concretamente de la discriminación, a la cual denominé a mi muy particular punto de vista como la peor patología social (tomando en cuenta que va de la mano con la intolerancia). Habrán notado, supongo, la seriedad con la que en esta ocasión escribo, y no es para menos, ya que es un problema que más que hacer daño, también evita el desarrollo sano y completo de todos los componentes de esta sociedad.
Al parecer, es inteligente (para algunos) hacer menos a personas por su color de piel, rasgos físicos, preferencias (de todo tipo desde sexuales hasta musicales) y aún más grave por alguna discapacidad. Ejemplos sobran para cada situación y son ya del dominio y conocimiento público, lo cuál hace que sea más grave el hecho de que sigan existiendo este tipo de mentalidades en el mundo. Yo no digo que estén mal, porque sería discriminarlos, pero si estoy encontra de que se dañe a terceros, es decir, cada quien puede pensar como quiera y lo que le parezca mejor, pero dentro de esa libertad no hay que caer en la agresión.
Todos vivimos en una comunidad y como tal, para bien o para mal, estamos destinados a vivir en un mismo sitio. Vivimos en sectores sociales "hermanos", los cuáles a pesar de sus diferencias y riñas deben de tolerarse y más importante respetarse. Todas estas divisiones y discriminaciones son creadas principalmente por los estereotipos sociales, que muchas veces se impone cada persona. Un ejemplo rápido y conciso de discriminación (que sucede en nuestro sistema educativo) es por ejemplo el creer que un ingeniero es más importante que un estudiante de Filosofía a tal grado de tacharlos de flojos y marigüanos.
Hasta que no aprendamos a vivir y dejar vivir, esta sociedad está condenada a la disperción y a los problemas constantes. Hay que recordar que antes que nuestro color de piel, diferencias físicas o preferencias, todos somos seres humanos con las misma necesidades básicas y similar estructura biológica, nadie es mejor que nadie. Cuando aprendamos a escuchar a los demás y si no estamos de acuerdo con congruencia y hechos entablar un diálogo, jamás podremos avanzar y desarrollarnos. Esto es algo que a mi parecer debe hacer las sociedad, y no estar esperando a que le gobierno obligue a las partes agresoras y agredidas, SE NECESITA UN CAMBIO DE MENTALIDAD!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario